Esta entrevista fue realizada por: Diego Avila y Luis Ricardo Vera. Culminación de la entrevista: 28 de agosto de 2020. Original en inglés: Words Beyond the Market and the State, Pt. II.
Entrevista a Kevin Carson
Aquí traemos la segunda parte de la entrevista realizada a Kevin Carson, hecha por Diego Avila y Luis R. Vera. Para acceder a la primera parte click aquí. En esta parte, terminamos con las preguntas relacionadas a la contra-economía y Venezuela como otras partes de Latinoamerica, como también algunas preguntas varias de la evolución del pensamiento de Kevin Carson a raíz de los años y sus opiniones breves sobre el trabajo de Bryan Caplan como Jasón Brennan de la democracia. Sin más, les dejamos la siguiente parte:
13. Debido a la crisis, muchos venezolanos se han volcado a actividades contraeconómicas, pero más bien como una forma de supervivencia. ¿Qué piensa de estas actividades en Estado totalitarios? ¿Tiene una contraeconomía venezolana dificultades insolubles?
KC: No creo que hayan dificultades insolubles. Ciertamente hay distintos niveles de restricción en la libertad de acción. Pero mientras haya una libertad de acción aunque sea limitada, al tomar las acciones más pertinentes primero es posible usar los beneficios de estas acciones como influencia para otras acciones. En particular, cuando las comunidades se aprovechen de las opciones que requieren la menor inversión inmediata de recursos materiales – por ejemplo, guardar semillas de lo que se produce para cultivar vegetales en jardines comunitarios, etc, para así maximizar la independencia y resiliencia alimentaria – el aumento de la productividad y los ahorros liberan más recursos para crear talleres de mantenimiento (con herramientas usadas) para mantener la maquinaria operando, etc. De igual forma, prácticas de ayuda mutua para diluir los riesgos, lo que incrementa la resiliencia colectiva contra los shocks económicos. Comunidades que le hacen seguimiento a todos los recursos comunes disponibles que aún no están puestos en uso productivo, o las herramientas y otros recursos de determinados individuos que están sin usar, y planificar ponerlos en uso, generalmente descubren que su rango de posibilidades es mucho mayor de lo que inicialmente pensaron. E identificando los atascos en la economía local -especialmente los que pueden ser superados de forma más barata- y aplicar las productividad de desarrollos previos para encontrar esa solución, pueden impulsar aún más el desarrollo local.
14. Una característica común de las contraeconomías es que son de bienes y servicios “simples” como libros, cigarrillos o pintar casas. Normalmente no vemos que cubran bienes y servicios como autos, vivienda o banca. ¿Cómo cree usted que las contraeconomías podrían manejar estos problemas?
KC: Esto nos devuelve al potencial de la tecnología micromanufacturera de código abierto, permacultura y demás, así como los modelos de impulso económico local basados en la sustitución de importaciones, como discutieron algunos como Jane Jacobs, Colin Ward y Karl Hess. Ward y Hess abogaban por la existencia de talleres comunitarios equipados con las herramientas propiedad de sus miembros que estos no usaran, lo cual ya discutimos mas arriba. Estos tres pensadores también discutieron un modelo de manufactura local por medio de la sustitución de importaciones que empieza por fabricar repuestos para maquinarias y accesorios, y gradualmente evoluciona a la manufactura distribuida de accesorios completos (el modelo que Jacobs menciono eran las fabricas de bicicletas japonesas, que evoluciono de varios talleres que fabricaban repuestos y gradualmente se organizaron en red para producir bicicletas completas). A esto se le suma la revolución de maquinarias y herramientas de bajo costo útiles para la producción local. Si observamos el Global Village Construction Set, una ecología completa de maquinaria de producción barata, de fuente abierta y diseñada por modulo y las herramientas de agricultura desarrolladas por Factor e Farm, ves el punto.
La vivienda es algo que, de hecho, las personas han logrado producir con materiales muy limitados a través del puro ingenio, en las favelas de Latinoamerica y también en las casas construidas por trabajadores de las que habla Colin Ward.
En cuanto a los automóviles, la gran mayoría de maquinarias que requieren mucho capital para fabricarlas se debe a elecciones de diseño, no es inherente. Los inmensos bloques de motor que posee un automóvil estadounidense, desde los 30, fueron hechos así para facilitar la aceleración rápida al conducir en autopistas; esa capacidad rara vez se necesitaba. Un automovil disenado principalmente para las necesidades suplementarias en una comunidad donde principalmente se usan los pies, las bicicletas y los autobuses como medio de transporte, o para llevar y traer cargas ligeras de y a personas en las afueras de una comunidad, podrían funcionar perfectamente bien con un motor eléctrico. Las prensas de estampado de dos en Detroit solo se requieren por elecciones estéticas a favor de paneles de carrocería moldeados, es perfectamente posible cortar paneles de carreceria de hojas de metal plano, al estilo de los viejos camiones de la Oficina Postal de los Estados Unidos, y así sucesivamente…
En cuanto a la banca, eso solo requiere de capital preexistente, si la ley limita la oferta de crédito a aquellos con reservas de capital. Pero como argumente en los ensayos adjuntos arriba, el crédito es simplemente un sistema en el que los productores se dan entre si un adelanto por su producción futura y no requiere ahorros de la producción anterior. Hablando propiamente, debería organizarse como un sistema de flujo horizontal, y esto podría realizarse a través del modelo de crédito mutuo del que habla Thomas Greco.
15. Para esta pregunta, debemos introducir a un pensador:
Abraham Guillen era un anarquista español que es de mucho interés para los anarquistas de habla hispana. Un amigo lo llamo el Kevin Carson de España, y sus ideas en verdad son similares. El defendió un anarquismo de libre mercado al estilo Tucker, pero afirmaba que tal cosa llevaría eventualmente a un anarcocomunismo. (Info: https: //es. wikipedia. org/wiki/Abraham_Guillén).
¿Qué piensa usted de esto? ¿Conoce a Guillen? En todo caso, ¿que piensa de sus ideas económicas? El socialismo libertario de mercado lleva siempre al anarcocomunismo? Es interesante ver teorias de economias de mercado autogestionadas en el siglo XX.
KC: Estoy vagamente familiarizado con el pero no con sus ideas económicas, recientemente he pasado de considerarme un anarquista de mercado o anarquista individualista a considerarme anarquista sin adjetivos. Es decir, rechazo el anarquismo adjetivado que pretender prescribir una organización económica (mercados, sindicatos) a una sociedad postestado, creo que la sociedad sucesora será un fenómeno emergente que nacerá de las diferentes contrainstituciones que la gente justo ahora está construyendo por necesidad, en vez de basarse en un modelo ideológico monolítico. Así que será una mezcla ecléctica de resultados que varía de un área a otra. Como tal, sospecho que habrá una mezcla de mercados y comunismo y mercados, y que las líneas entre ellos serán muy difusas. Eso es solo mi predicción personal, pero creo que la mayoría de bienes de consumo como comida, ropa, muebles etc y la mayoría de artículos del hogar que son realizables a través de talleres de pequeña escala, probablemente serán producidos en los talleres y jardines de las micro villas y otros convenios de cohabitación multifamiliares, en el que un “mínimo irreducible” de subsistencia (en términos de Bookchin) es el derecho de todos los miembros. Los mercados existirán (y probablemente coexistiendo con los arreglos federales y sindicales, con un u otro predominando en distintas áreas) primariamente en cosas como bienes de consumo pesado y los excedentes producidos por las comunidades locales. Pero es solo mi adivinanza.
Lo principal de lo que si estoy seguro, como Graerber, es que casi en ningún lado estará dispuesta la gente a reconocer los títulos ausentes de tierras ociosas, o trabajar por un salario para un jefe ausente cuando sencillamente pueden tumbar la cerca y trabajar por su cuenta
16. Sr. Carson, se sabe que en el pasado estuvo en línea con las ideas paleoconservadoras. En años recientes, algunos paleolibertarios se han acercado a las ideas del anarquismo de mercado de izquierda. ¿Qué piensa de esto? ¿Cómo han evolucionado sus opiniones culturales?
KC: Creo que se refieren a los años 90, antes de volverme anarquista. Por un período de varios años coqueteé con el catolicismo tradicionalista, y con ideas conservadoras clásicas, especialmente aquellas – como el distributismo y el agrarianismo – que estaban en consonancia con el populismo o descentralismo económico. Junto a esto, también adopté el conservadurismo social del catolicismo tradicionalista, lo que me apena en retrospectiva.
Fue el investigar más a fondo sobre las implicaciones del descentralismo económico que me llevó más a la izquierda, y finalmente a adoptar el anarquismo. Y fue el anarquismo, combinado – más o menos simultáneamente – con entrar en línea y encontrarme con personas marginalizadas, fuera de mi burbuja aislada, que hizo que me moviera a la izquierda también en cuestiones sociales muy rápidamente.
Nunca adopté el paleoconservadurismo como tal, aunque en una época – principios de los 2000 – estaba mucho más abierto a alianzas tácticas con ellos, pero con los años me he vuelto más hostil. Creo que Rothbard abandonó lo bueno que tenía su pensamiento al volverse paleolibertario, y Lew Rockwell fue su compañero en esta empresa. Y el Hoppeanismo ha sido un camino al fascismo.
En la época en tenía ideas socialmente conservadoras, no tenía internet para influenciar a nadie a abrazar estas ideas, pero siento una obligación especial de apoyar el antiracismo, los derechos LGBT y el feminismo debido a estas creencias pasadas, que he dejado atrás.
17. Recientemente, autores como Jason Brennan y Michael Huemer han atacado al Estado en base a una ética del sentido común. Brennan en particular ha tenido relaciones ásperas con los libertarios de izquierda y ambos son controversiales por defender la academia. ¿Qué piensa de sus ideas y argumentos? ¿Está de acuerdo con sus opiniones sobre la academia?
KC: No conozco las posiciones de Huemer, pero soy adversario de las posiciones de Brennan sobre la academia – especialmente con respecto a la lucha de los trabajadores adjuntos por un salario justo y buenas condiciones laborales. Para mí el mal primario de la academia es la suma de todas las irracionalidades estructurales y riesgos moral inherente en su responsabilidad para con un Estado ausente y los también remotos intereses de las grandes empresas representados por consejos directivos y jerarquías burocráticas que les gobiernan. Los inmensos costos administrativos, el aumento de las matrículas, los despilfarros en construcción, el énfasis en los atletas como vacas a ordeñar y la situación precaria del profesorado son resultados inevitables de esto. Yo apoyaría un modelo de reforma basado en la gobernanza cooperativa de todas las partes (posiblemente, basado en el modelo medieval de Bologna que discutió Paul Goodman en Community of Scholars) y los modelos ad-hoc, de bajo costo, que discutió Paul Goodman en People or Personnel.
18. Notablemente, Bryan Caplan ha atacado los sistemas electorales, alegando que los votantes tienden a ser irracionales y a tomar decisiones sesgadas. Por otra parte, usted apoya un nuevo municipalismo como política prefigurativa, eso incluiría el voto para transformar las instituciones en un “estado socio municipal” para ir pasando la “administración de las cosas”; ¿Las opiniones de Caplan están en conflicto o complementan lo que usted a escrito? ¿Qué piensa de su trabajo?
KC: Las opiniones de Caplan sobre la democracia están en conflicto con las mías – También lo están las de Brennan, que son bastante similares –. El problema con ambos es que hablan del inmaculado conocimiento “experto” como algo independiente de los intereses de clases o institucionales, lo cual ignora como las ortodoxias de, por ejemplo, los economistas profesionales, reflejan implícitamente estos intereses.
Así que está muy bien decir “los economistas están de acuerdo con que el libre comercio es bueno, y esos ignorantes que votan por Trump o Bernie son demasiado estúpidos para entenderlo”. Pero los supuestos institucionales detrás de la economía neoliberal caen por el hecho de que los economistas ortodoxos usan el término ‘libre comercio’ para referirse a un sistema internacional de proteccionismo de propiedad intelectual que hace valer el poder monopólico sobre diversos bienes, combinado con una diplomacia armada multilateral para proteger los títulos de los capitalistas sobre bienes expoliados como tierras, recursos minerales etc y el uso de chantaje de deuda para promover privatizaciones clientelistas de los comunes.
Crear una colección de reyes filósofos basados en conocimiento “experto” sólo servirá para garantizar la implementación de políticas que habiliten la extracción de rentas por parte de las clases económicas cuyos intereses se ven reflejados en el conocimiento “experto” de los economistas ortodoxos.
Concuerdo con Chris Dillow, un marxista inglés anti-gerencialista que escribe en el blog Stumbling and Mumbling y afirma que todos somos propensos a los sesgos conectivos y que los sistemas grandes, jerárquicos y centralizados no pueden ser manejados racionalmente por nadie.
La solución es descentralizar las instituciones tanto como sea posible hasta el punto en que las decisiones del diario se hagan en el nivel más bajo (instituciones locales basadas en los comunes, empresas autogestionadas, etc) basada en el conocimiento disperso de todos aquellos en contacto directo con la situación.
¡De nuevo, muchas gracias!