Bueno, estamos a punto de dejar atrás otro año, así que es hora de anunciar mis dos nominaciones para “La Persona más Influyente del año 2013”. El sobre, por favor… ¡Tenemos un empate! El premio va para…
Edward Snowden y Satoshi Nakamoto.
A Edward Snowden, porque que en 2013 sus revelaciones de las travesuras malévolas de la Agencia Nacional de Seguridad de EE.UU. precipitaron un final definitivo y estrepitoso a la época en la que los políticos creían que podían ocultarle secretos a la gente.
A Satoshi Nakamoto, ya que con la emergencia y adopción generalizada de Bitcoin en su cuarto año de existencia, él, ella o ellos tocaron la trompeta que anunció una nueva era en la que la gente empezó a entender que pueden (y deben) mantener sus secretos a salvo de los políticos.
Estas dos épocas superpuestas tenían en realidad mucho tiempo terminando y comenzando. El comienzo del final de la primera era se remonta por lo menos hasta Daniel Ellsberg y los Papeles del Pentágono, y por supuesto, Julian Assange, Chelsea Manning y otros también desempeñaron papeles estelares. Los dos últimos, en particular, operando a través de los mecanismos de transparencia de Wikileaks, derribaron regímenes brutales en Túnez y Egipto, retiraron la cortina que impedía ver los crímenes de guerra de Estados Unidos en Irak y Afganistán, y con la revelación de los pecadillos del Departamento de Estado de EE.UU., presagiaron la exposición de la gangrenosa naturaleza de las operaciones de vigilancia y de inteligencia de la súper potencia, llevada a cabo por Snowden.
El comienzo de la nueva era se remonta por lo menos al PGP, Phil Zimmerman y los movimientos ciberpunk/cripto-anarquistas de la década de 1990. “Un elenco de miles”, por así decirlo. El Santo Grial del movimiento de la libertad de información – un estado de cosas en que el gobierno no es ni necesario ni puede ejercer un control efectivo sobre una próspera economía de la información – ahora puede verse sobre el horizonte.
Desde luego, no quiero minimizar las contribuciones de todos estos héroes del pasado (y de los presos políticos actuales como Manning y Ross Ulbricht), pero el punto final a una era, y el muy brillante amanecer de la otra, llegaron en 2013 en gran parte gracias a Snowden y Nakamoto .
Mi predicción es que 2014 será El Año del Gran Debate sobre la Privacidad. Los que conformamos al Centro para una Sociedad sin Estado, sin duda participaremos en esa discusión. Pero primero que nada, hoy hacemos una breve pausa para agradecer a Edward Snowden, Satoshi Nakamoto y todos sus antepasados y co-conspiradores por hacer posible una discusión que puede proceder libre del control de los políticos, cuya única preocupación es la preservación de su propio poder.
Artículo original publicado por Thomas L. Knapp el 30 de diciembre de 2013.
Traducido del inglés por Carlos Clemente.