De Jordan Jardine. Original: Build Back Ourselves, del 24 de enero del 2022. Traducido al español por Kesabel Babe.
Durante las últimas semanas, ha sido difícil ignorar el lloriqueo que ha estado ocurriendo a lo largo de la gran llamada “izquierda en línea” — e incluso en la prensa convencional — sobre el colapso total del proyecto Ley Build Back Better, principalmente debido a la oposición a dicho proyecto de ley por parte de los demócratas extremadamente conservadores Kyrsten Sinema y Joe Manchin. Si bien es completamente cierto que Manchin y Sinema son personajes moralmente reprensibles que son irremediablemente títeres corruptos de la América Corporativa, no es cierto decir que la Ley que bien ellos pudieron haber matado era algo del otro mundo. La Ley es una mezcla miserable (1) de políticas que los progresistas asumen que ayudarían a los estadounidenses y a sus familias a recuperarse después de sufrir durante más de dos años debido a la catástrofe económica provocada por la pandemia del COVID-19.
Hay numerosos problemas con la premisa. Primero, si bien la ayuda del Estado puede ser ciertamente útil como un medio temporal para proporcionar un colchón financiero durante tiempos difíciles, no soluciona el problema subyacente de los trabajadores siendo explotados hasta el punto en el que son incapaces de mantenerse a sí mismos ni a sus familias. El problema no es solo sobre el dinero. Es también sobre la explotación capitalista, y no hay nada en Build Back Better diseñado para abordar eso porque el Estado, el cual está diseñado para proteger a los propietarios del capital privado, no está interesado en alterar el statu quo capitalista.
El Segundo problema, como se mencionó anteriormente, recae en la Ley misma y en cuán menospreciado ha sido tanto por los Demócratas como por los Republicanos. El gasto en el proyecto de Ley, hasta el momento, totaliza menos de $ 2 billones. Según Político, se suponía que la Ley Build Back Better original costaría $ 3.5 billones (luego de que su primera propuesta de $ 6 billones fuera rechazada). Vox informa que muchas de las disposiciones del proyecto de Ley caducan al poco tiempo. Por ejemplo, la provisión ampliada de cuidado infantil expirará luego de 3 años, y la expansión del programa prescolar, que originalmente se suponía ser universal, expirará en 2028.
Un problema adicional se trata de la política fiscal del proyecto de Ley. Según Vox, si bien el proyecto de ley aumenta los impuestos corporativos, también reduce los impuestos principalmente para las personas ricas en los estados azules. Para el colmo de males, el proyecto de Ley contiene un impuesto sobre los cigarrillos electrónicos, lo que claramente tendría un impacto negativo en los fumadores de bajos ingresos. Este proyecto de Ley logra un poco más que recompensar a los liberales ricos y castigar al resto del país mediante incrementos de impuestos y programas temporales disfrazados de patéticas expansiones de la ya exigua “red de seguridad” de Estados Unidos. Los llamados progresistas pueden llorar lo que parece la inevitable muerte del proyecto Ley Build Back Better, pero los anarquistas no deben derramar ni una sola lágrima.
No podemos confiar en que burócratas respaldados por corporaciones vengan a nuestra ayuda, incluso en tiempos estresantes como la pandemia del COVID-19. El gobierno estadounidense, particularmente a nivel federal, ha mostrado constantemente incompetencia e indiferencia a lo largo de esta crisis en curso. Según una encuesta de Pew Research publicada en mayo del 2021, solo el 2% de los estadounidenses dicen que “casi siempre” confían en ellos y 22% dicen que confían en ellos “la mayor parte del tiempo”. La encuesta también mostró que la confianza en el gobierno está en un mínimo histórico.
La gente está cansada de contar con promesas vacías y dobles raseros de sus líderes. Es tiempo de actuar por nosotros mismos. No tenemos mucho más que perder. A través organizaciones de cooperación descentralizada y de ayuda mutua, podemos encontrar un camino y florecer por cuenta propia. No deberíamos depender del gobierno o de corporaciones para reconstruirnos y recuperarnos de la pandemia. En cambio, ¿por qué no usarlo de trampolín para un nuevo movimiento libre de intervención del gobierno y controlado totalmente por la gente? El desempleo ha sido un tema popular de discusión últimamente. La gente desempleada podría usar esta oportunidad para formar cooperativas de trabajadores o descubrir cuáles son sus propios sueños y talentos y luego administrarse ellos mismos.
La era del COVID ha sido un tiempo difícil para todos y ha traído innegablemente bastante miedo e incertidumbre en un mundo ya inmerso en el caos y corrupción. La buena noticia es que aún hay tiempo para revertir el curso y cambiar la sociedad por el bien de todos. No lloren por la muerte del proyecto Ley Build Back Better. Es tiempo de reconstruirnos a nosotros mismos. (2)
Notas
1. En el texto original dice “watered-down hodgepodge”, que se divide en dos jergas: la primera “watered-down” que se refiera a menospreciar o quitar valor, y la segunda “hodgepodge” que se refiere a una mezcla desordenada o heterogénea.
2. En el original se expresa como un juego de palabras del “Build Back Better” (la Ley) a “Build Back Ourselves”.