Hay un viejo dicho que reza: alguien que mata a un hombre es un asesino, pero alguien que mata a un millón es un conquistador, y matarlos a todos te hace un dios. Si se le agregan las palabras «sin intención» y terminología cargada que supuestamente excuse pasivamente el asesinato, entonces se obtiene la actual política extranjera de EE.UU.
En uno de los más infames despliegues de este comportamiento en algún tiempo, un ataque aéreo estadounidense mató cerca de 60 civiles (incluyendo varios niños) en Siria recientemente. Hay disputas en torno a las cifras presentadas dada la falta de transparencia que el gobierno de EE.UU tiende a mantener. Por ejemplo, a pesar de que The Guardian reportó cerca de 60 civiles, el International Business Times dice que la cifra se acerca más a 85.
La razón es el sospechoso usual: lugar equivocado en el momento equivocado.
The Guardian reporta, «El Observatorio para los Derechos Humanos de Reino Unido instalado en Siria dijo que aparentemente los ataques habían sido llevados a cabo por un error, siendo los civiles tomados por militantes islamistas».
La guerra contra el terror sigue llevándose a cabo mediante aquello a que el imperio estadounidense dice oponerse: terror. Y, como lo han señalado ya muchas personas, estas son exactamente la clase de tácticas que no consiguen sino motivar a más personas a unirse a las filas de militantes islamistas. ¿Por qué habría alguien de unirse a las Fuerzas Democráticas Sirias cuando las respalda un régimen que acaba de bombardear a su familia entera?
Estos bombardeos, accidentales o no, no hacen más que crear animadversión entre personas de diferentes culturas. En la medida en que realmente golpean los objetivos correctos, son usualmente insuficientes para acabar la guerra. Se precisa que se los acompañe con esfuerzos más amplios para acabar con la reproducción y propaganda de terroristas, mas esto se torna complicado cuando se tiene una fuerza externa que constantemente vocifera órdenes desde el asiento trasero.
En su clásico ensayo El uso del conocimiento en la sociedad, el economista Friedrich Hayek habló acerca de los beneficios de deferir hacia un conocimiento local. Los ataques con drones son solo un ejemplo de oficiales de política extranjera que se hacen cargo de la situación e ignoran los particulares de la región con vistas a su gran plan para «liberar» a los sirios.
Los Estados Unidos no están solos en esta clase de bombardeos. The Guardian reporta también que «rebeldes y muchos residentes dicen que la campaña de bombardeos de Rusia ha sido incluso más indiscriminada y acusan a los rusos de acometer deliberadamente contra hospitales, escuelas e infraestructura en áreas controladas por la oposición, algo que Moscú niega».
Ya sea el imperio estadounidense o el ruso, el hecho base es que estos están diseñados para matar. Cuando se toman organizaciones que pueden subsidiar muchos de sus costos de guerra mediante fondos involuntarios y corporaciones excesivamente inflamadas que pueden lucrarse con ello, se obtiene un procedimiento para estandarizar una guerra interminable.
Y si el siglo XXI nos ha mostrado algo es que el gobierno puede echar mano a las tecnologías que hacen la guerra más sencilla, incluso si ese no es necesariamente su propósito primario. Por ejemplo, Amazon.com, pese a que con seguridad no es parte del libre mercado, al menos no utiliza ninguno de sus drones para lanzar bombas sobre personas que estén bajo sospecha de timar a sus clientes.
El egoísta Max Stirner subrayaba que «El estado llama a su propia violencia ley, pero a la del individuo le llama crimen», lo cual aplica perfectamente a la práctica de la guerra. Los bombardeos con drones son sencillamente actos de terrorismo, es decir, actos políticos diseñados para crear terror con el fin de desarrollar ciertas metas políticas. La meta política aquí, como es de esperarse, es mostrar el dominio del imperio estadounidense.
Y en tanto el imperio estadounidense quiera exhibir sus músculos y los contribuyentes no vean nada malo en ellos o no tengan los poderes para desafiar este estado de cosas, estos ciclos de violencia continuarán. Al igual que los tiroteos policiales incitan a la violencia, asimismo invitan a la violencia estos bombardeos de drones y el gobierno que se halla en el centro de todo esto.
Es solo que en algunas ocasiones la violencia es más visible que en otras.
Artículo original publicado por Nick Ford el 23 de julio de 2016
Traducción del inglés por Mario Murillo