En la campaña electoral del año pasado Obama pareció mostrarse más abierto al movimiento de cultura abierta que el resto de candidatos, apoyando un “uso justo” de la DMCA [Digital Millenium Copyright Act, ya mencionada en otro artículo] y oponiéndose a que los proveedores de servicios de Internet tuvieran que guardar los datos de sus conexiones (ambos temas en los que Hillary [Clinton] se mostró ambigua). Como dijo uno, “Obama es un Mac y Hillary es un PC.” Incluso el Partido Pirata de los EE.UU apoyó a Obama como el mal menor.
Sin embargo, si nos dejamos guiar por los últimos acontecimientos, la posición de Obama sobre el copyright digital parece haber cambiado a la de Roboam, el rey bíblico : “Mi dedo meñique es más grueso que los lomos de mi padre; mi padre hizo pesado vuestro yugo, pero yo añadiré a vuestro yugo. Mi padre os castigó con látigos, pero yo os castigaré con escorpiones.”
Se olía que pasaba algo cuando Obama se negó a discutir (por motivos de “seguridad nacional”, claro) los términos del próximo ACTA [Acuerdo Comercial Anti-Falsificaciones] (un tratado secreto sobre copyright). Se ha difundido la parte del acta tocante a Internet, y según Cory Doctorow , “Es mala. MUY mala.”
En ella se obliga a los proveedores de Internet a “vigilar proactivamente” el contenido generado por los usuarios para evitar violaciones de copyright. Esto deja la responsabilidad legal del copyright sobre las espaldas de los servicios de hosting, por lo que el resultado serían demandas de asunción de la responsabilidad por la vulneración del copyright que destruirían los modelos de negocios de sitios como Blogger o Youtube.
Esta “vigilancia proactiva” significa en principio requerir “avisos de retirada” del contenido que vulnere el copyright como una práctica estándar para todos los países firmantes, y obligando a la retirada del material y el corte del servicio de Internet al ser acusado, sin necesidad de probar el delito. Como ya hemos visto en los Estados Unidos, estos “avisos” son una forma 100% efectiva de censura, dado que los proveedores de Internet cortan el servicio inmediatamente y sin pruebas. De la misma forma, incluye restricciones similares a las de la DMCA para evitar la ruptura del DRM [Digital Rights Management] en todo el mundo, incluso aunque sea para uno de los supuestos de “uso justo” como es el de hacer más manejable un contenido que ya se ha comprado.
La mayoría de comentaristas están de acuerdo en que, si esto se pone en marcha, la Web 2.0 está acabada. Si el tratado se aplica al pie de la letra de forma efectiva, volveremos al Internet de los años 90 donde la mayoría de páginas web eran folletos de venta de las compañías de alta teconología o simples presentaciones de las grandes corporaciones y las agencias gubernamentales. Como bien dice uno de los comentaristas del post de Doctorow , “El problema de Internet es que no es como la tele. Eso es lo que quiere arreglar el ACTA”.
La buena noticia es que este tratado es imposible de imponer. Si los Estados Unidos lo ratifican tal como está ahora, supongo que los países que no firmen se convertirán en “paraísos web” que instigarán un éxodo masivo desde los países que firmen, y además digo que significará un empuje importante para los servicios que permiten mantener la navegación anónima. Como dice otro comentarista del post de Doctorow en BoingBoing , en una era de redes inalámbricas, los proveedores de Internet no tienen tanto poder como antes:
“SEÑORES, POR FAVOR!!! Abran sus puertos inalámbricos, llámenlos parasite.net y pónganse a sí mismos como “proveedores de Internet” con un FTP, servidor Web, trackeador de torrent, etc. propios. Si pueden convencer a la gente de su zona para crear puntos de acceso y mirrors [servidores espejo] del contenido, podemos dejar a las telecos fuera de juego y tener una red de datos y comunicación realmente distribuidos.”
No tengo los conocimientos para saber si eso funcionaría, a decir verdad, ni siquiera sé qué significa exactamente. Pero comparto la opiníón de Arthur Silber de que esto no es el fin del mundo. Charles Johnson publicó en el blog Rad Geek una viñeta del cómic “Cat and Girl ” en la que la chica lamenta la elección de George W. Bush y todas las leyes que sin duda se aprobarían en su mandato, a lo que el gato responde “¿desde cuándo hemos obedecido la ley?”
Ya hay un país con toda esa regulación: es China. ¿Qué tal les va a ellos?
Creo sinceramente que este gente y todo lo que representan están condenados a desaparecer, y no importa cuánto daño hagan en su caída. Somos ratas en los nidos de dinosaurios, usando tácticas de guerra de cuarta generación contra esos gigantes moribundos. Somos ágiles y flexibles, y burlamos su control y su censura. Mientras sus ciclópeas burocracias malgastan horas y horas de esfuerzo en prepararse para la guerra pasada, metiendo cemento a toneladas en su línea Maginot cada día, nosotros estamos cambiándolo todo y buscando nuevas formas, no costosas, de destruirles. Les enterraremos.
Mientras tanto, hemos llegado a un punto en el que “las autoridades” deben aprender una lección clara y resonante sobre su propia impotencia. Debemos tratar este tipo de leyes con el desprecio que merecen y saltárnoslas sin rebozo a cada oportunidad. Quienes lanzan este tipo de basura en sus camarillas secretas necesitan aprender el significado de las palabras “NI DE COÑA!”
Artículo original publicado por Kevin Carson el 5 de noviembre de 2009.
Traducido del inglés por Joaquín Padilla Rivero.